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DEPORTES

El Vrac culmina su temporada perfecta

campeonesliga
Actualizado 27/05/2018 11:18:59
Redacción

El conjunto quesero gana en una ajustada final la División de Honor 2017/2018, iguala en Ligas a El Salvador y logra el pleno de títulos de la temporada.

Como ya es habitual en los encuentros entre el VRAC Quesos Entrepinares y el Silverstorm El Salvador, la igualdad fue la gran protagonista del derbi que decidiría el Campeón de la División de Honor 2017/2018. Pero fue el VRAC el que a los puntos, en los 80 minutos, fue merecedor de levantar el título. Campeón de la fase regular y finalista por la puerta grande, la seriedad, el sacrificio y la gestión de los momentos críticos y también de los eufóricos coronó al VRAC como campeón liguero por octava vez en su historia, igualando los títulos del eterno rival, que intentó hasta el último segundo evitar que el conjunto azulón equilibrase la balanza.

Los primeros minutos no tenían un dominador claro. De hecho, fueron dos golpes de castigo, uno para cada equipo, los que se encargaron de inaugurar el tanteador. Sam Katz, primero, y Gareth Griffiths, más tarde, no fallaron, poniendo el 3-3 en el marcador de Zorrilla. Tras conseguir el empate, el VRAC solucionaba poco a poco los problemas en touch y daba un paso adelante, merodeando con frecuencia la línea de veintidós rival. Una touch que volvió a ser el talón de aquiles quesero, pero que al igual que en Valencia decidió la última jugada del duelo….a favor del VRAC Quesos Entrepinares.

Impulsados por un participativo Tomás Carrió, el talento de Eaton y una delantera campeona de principio a fin, los queseros eran mejores y comenzaban a sacar rendimiento en melé con un nuevo golpe de castigo transformado por Gas, que les permitía dar la vuelta al resultado con una patada centrada pero lejana. Poco después, el inglés volvía a acertar en un tiro a palos, esta vez más escorado, justo antes de llegarse al tiempo de descanso con ventaja 9-3 para el Entrepinares. Como en la final copera, la sensación en el intermedio era de que el VRAC había merecido mucho más y que el Silverstorm El Salvador estaba demasiado vivo.

La segunda parte se inició con un importante contratiempo que, de hecho, marcaría el encuentro. John Wessel-Bell sufría un esguince cervical en la primera acción tras el descanso y y, tras unos minutos tendido en el césped, se vio obligado a ser sustituido y retirado en camilla con collarín entre los aplausos del numeroso público que se congregó en Zorrilla. Entró Pedro de la Lastra.

No tardaría el VRAC en poner tierra de por medio en el electrónico con otro golpe de castigo de Griffiths, dejando a los chamizos a más de un ensayo de diferencia. Era el premio a la superioridad de la delantera, imparable para los blanquinegros, que no estaban por labor de rendirse así como así. Sam Katz acortó distancias con otros tres puntos que devolvían los seis de diferencia. La transformación, sin embargo, espoleó a los colegiales, que se lanzaron al ataque en busca de la remontada. Dos golpes convertidos por Katz ajustaban el resultado, pero el infalible Gas volvía a estirar la ventaja quesera.

Los minutos pasaron y, conforme se acercaba la conclusión, los nervios aparecían en ambos equipos. Katz, junto a la línea de banda, sorprendía con un drop en ventaja y la emoción se acrecentaba en el José Zorrilla. El Quesos tiró del tópico de que la mejor defensa es un buen ataque y logró, tras fases, sacrificio y mucho empuje un ensayo que la colegiada no tenía a bien hacer subir al marcador. Gabriel Vélez posó el oval, pero el equipo arbitral decidió señalar un avant que permitió respirar a El Salvador. Sin desmoronarse, el VRAC volvió a la carga y sacó rédito por medio de Gareth Griffiths, que devolvía el más seis al luminoso . Fue entonces cuando los chamizos buscaron a la desesperada una marca con transformación ganadora, pero el tiempo corría en su contra y la defensa quesera no estaba dispuesta a regalar las 22 victorias que la División de Honor llevaba detrás. La resistencia dio sus frutos y una recuperación al salto de una touch se tradujo en el pitido final. 27 triunfos en 28 partidos oficiales. Palabras mayores.

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