Un viaje de exploración del cielo estrellado en Urueña
El Taller de Iniciación a la Astronomía coincide con la lluvia de Perseidas o ‘Lágrimas de San Lorenzo’
Esta noche de sábado, 12 de agosto, tendrá lugar la más espectacular lluvia de meteoros conocida como las Perseidas o ‘Lágrimas de San Lorenzo’, por lo que la librería Primera Página del municipio de Urueña, conocido como la Villa del Libro, ha organizado el II Taller de Iniciación a la Astronomía.
El taller será un viaje de iniciación a la exploración del cielo estrellado convertido en todo un "espectáculo", porque los amplios cielos de Urueña, libres de contaminación lumínica, permiten la observación de las estrellas y la vía láctea.
Los asistentes conocerán los fundamentos de la Astronomía como la ciencia básica en la que se basan todas las ciencias espaciales; verán el cielo nocturno en el ordenador y aprenderán a manejar software astronómico específico.
Por último, observarán en directo el cielo estrellado a simple vista y con prismáticos. Así, los participantes disfrutarán de una gran variedad de objetos celestes y podrán contemplar la lluvia de meteoros de las Perseidas o 'Lágrimas de San Lorenzo'.
El curso correrá a cargo del monitor Miguel Martín, director del Splashdown, el festival del Cosmos en Asturias, responsable del programa radiofónico sobre exploración espacial Gravedad Cero de la RTPA (Radiotelevisión del Principado de Asturias) y monitor de Astronomía para adultos y centros escolares en el Centro Laboral Ciudad de la Cultura (Gijón).
Las ‘Lágrimas de San Lorenzo’
Cuenta la historia que, durante la Edad Media y posteriormente en el Renacimiento, las perseidas tenían lugar la noche del 10 de agosto, en la que se recordaba al santo. Fue por este motivo por el que se asociaron con las lágrimas que San Lorenzo vertió al ser quemado en la hoguera.
Este fenómeno toma su nombre de la constelación de Perseo, lo que hace que se produzca un efecto óptico por el que parece que todas vienen del mismo punto, debido a la declinación de la constelación. Se trata de meteoros muy brillantes que viajan a 59 km/s, por lo que son consideradas de alta velocidad, y a veces incluso dejan una estela a su paso.