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AL DETALLE

Blanco y Sánchez incrementan su responsabilidad en la deuda de SVAV al no saber 'ni lo que firmaban'

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Actualizado 24/05/2017 13:49:56
Redacción

  • De la Riva habría avalado por su cuenta hasta tres cartas de conformidad pero, según declarado, todo estaba ya "cocinado"

Los que fueran concejales de Hacienda y de Planificación en el Ayuntamiento de Valladolid, Alfredo Blanco y Manuel Sánchez, respectivamente, han alegado que en su día avalaron la operación del soterramiento del ferrocarril en el Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), que comprometía al Consistorio en la cantidad de 100 millones de euros, sin saber siquiera lo que estaban firmando y porque todo llegaba "cocinado", en referencia a que seguían las directrices del entonces regidor del PP, Javier León de la Riva.

Los tres, el primero de ellos aún en la bancada de concejales del PP, han declarado en el Juzgado de Instrucción número 4, todos ellos en calidad de investigados y por segunda vez desde que se abrieran la presentes diligencias por delitos de prevaricación administrativa y falsedad por la operación de soterramiento que el entonces primer edil, Javier León de la Riva, avaló por su cuenta y riesgo a través de hasta tres cartas de conformidad o 'Comfort letter' que, como así ha quedado probado, no pasaron por los preceptivos órganos de la Administración local ni siguieron procedimiento administrativo alguno.

La triple testifical se enmarca en el recurso que tanto el Ayuntamiento como la Fiscalía interpusieron para que la juez del caso sumara a Blanco y Sánchez en el auto de imputación en el que tan sólo figuraba León de la Riva y, además, volviera a tomar a los tres nueva declaración como investigados tras conocerse la existencia no sólo de la 'comfort letter' de enero de 2011 que el exregidor reconoció haber firmado sino otras dos más aportadas a la causa por el Consistorio y que fueron suscritas en julio de 2008 y septiembre de 2010, todas ellas relativas a la misma operación de soterramiento.

En su nueva comparecencia en sede judicial, León de la Riva no ha tenido reparo en reconocer que también firmó las cartas de 2008 y 2010, si bien ha alegado en su descargo que creyó entonces que eran meras "cartas de recomendación", sin la trascendencia que suponen los avales o garantías, algo que ya apuntó en su primera declaración cuando justificó la firma de la 'comfort letter' de 2011 en su desconocimiento de que en realidad se trataba de una póliza de préstamo o una línea de crédito y que, por ello, formara parte de un expediente administrativo.

Aunque el letrado del Consistorio, personado como acusación particular, ha recordado al exregidor sus declaraciones en octubre de 2010, mayo y julio de 2011 cuando, en rueda de prensa, habló de "garantías o avales", León de la Riva se ha escudado ahora en que utilizó entonces aquellos términos de forma "coloquial".

Tras su declaración, que se ha prolongado durante casi cuarenta y cinco minutos, han testificado los exconcejales de Hacienda, Alfredo Blanco, y Planificación, Infraestructuras y Movilidad, Manuel Sánchez, ambos miembros del Consejo de Administración de la SVAV y que han sostenido que dieron el sí al aval del soterramiento en dicho órgano sin saber siquiera lo que estaban votando porque todo llegaba "cocinado" y seguían las directrices de León de la Riva, tal y como han confirmado fuentes de la acusación particular ejercida por el Consistorio.

En este sentido, el Ayuntamiento ha aportado sendos correos electrónicos que un 'pool' bancario remitió a 39 personas, entre ellas Alfredo Blanco como edil de Hacienda, con información de la operación de soterramiento por entender dichas entidades que era el competente a la hora de tramitar una carta de conformidad que suponía una garantía de aval o de contrato de fianza.

Mayor responsabilidad para Blanco

"Blanco dice que recibió esos correos pero no los abrió ni leyó, y a pesar de ello votó a favor, junto con Manuel Sánchez, en el Consejo de la SVAV", apuntan desde la acusación particular, que añaden que a tenor de lo declarado por el primero de ambos se "agrava su presunta culpa".

De hecho, las mismas fuentes inciden en que en su día Blanco dijo que el alcalde era el único competente para firmar la carta y que no se lo comentó a ningún concejal y ahora ha quedado acreditado que recibió directamente dos correos con información que no abrió y votó a favor sin saberlo.

"Él, sabiendo que los bancos exigían esas cartas de conformidad, y que era un aval de 100 millones de euros tenía la obligación de haber avisado al alcalde para que no firmara sin haber abierto un procedimiento", critica la acusación particular.

Pero además, dicha parte acusadora ha desvelado la existencia de un informe del interventor, de fecha 3 de mayo de 2017, en el que se pone de manifiesto que para haber firmado la carta de septiembre de 2010 se necesitaba autorización de la Junta de Castilla y León porque el Consistorio acababa de firmar un contrato de crédito de octubre a diciembre por 72 millones y superaba con creces el límite de endeudamiento fijado en 125 millones.

Culpa mutua

Las declaraciones de Blanco y Sánchez, en las que ambos han tratado de eludir cualquier culpa, han servido también para que se imputaran mutuamente la responsabilidad o competencia en la materia que está siendo investigada. El primero señala al segundo como competente por razón de la materia, mientras que este último apunta a su excompañero tras precisar que él no se ocupaba de temas de "números" y que éstos correspondían a Blanco.

Tras esta nueva toma de declaración, la juez del caso dictara un auto en el que deberá decidir si mantiene la condición de los tres como investigados o excluye a alguno de ellos.

La nota de tensión en la jornada se ha producido durante la salida de León de la Riva del Edificio de los Juzgados, cuando un ciudadano notablemente enojado ha seguido al exmunícipe por la calle y se ha dirigido a él en términos de "¡sinvergüenza, dónde está el dinero, con esa cara qué mujer se va a subir contigo a un ascensor!", así como otros mensajes poco cariñosos

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