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ESPECIALES

Saludablemente: Los beneficios de la educación emocional

Fotografya_de_Marifer_Galindo
Fotografía de Marifer Galindo
Actualizado 12/05/2017 17:49:55
Redacción

  • Eva Vicente en psicóloga y Coach de PSI.CO.EMO. Cada mes pone su experiencia en nuestro periódico de papel con artículos como éste

Eva Vicente

Desde hace unos años realizo programas de educación emocional, de manera grupal e individual, en diferentes contextos: educativo o familiar, con adultos y con niños o adolescentes., incluso con colectivos vulnerables. Siempre tienen una buena acogida y durante el proceso pueden ir comprobando como van adquiriendo e integrando mejoras en su día a día, según van adquiriendo las competencias que integran la Inteligencia emocional.

La educación emocional significa, sobre todo, adquirir una adecuada conciencia de las emociones propias y ajenas, favorecer el desarrollo de estrategias para la regulación emocional, desarrollar un conocimiento ajustado de uno mismo y una sana autoestima, adquirir habilidades para comunicarse de manera asertiva, aprender a ponerse en el lugar del otro desarrollando la empatía, y por supuesto, proporcionar estrategias para resolver conflictos de manera constructiva y no violenta.

El conocimiento de nuestras emociones es el pilar esencial para edificar nuestro autocontrol. Tomamos decisiones, afrontamos nuestro día a día, nos relacionamos y elegimos diferentes actividades dependiendo de cómo nos sentimos en cada momento.

Ante las emociones utilizamos habitualmente la evitación y la minimización, con el fin de quitar importancia a los problemas y eliminar las emociones que nos desagradan de forma rápida y, bajo esto, subyacen dos ideas erróneas que tenemos: las emociones son malas y hablar de ellas empeorará la situación o nos generará ansiedad. Al hacer esto perdemos la oportunidad de hablar sobre cómo nos sentimos, recibimos el mensaje de que las emociones no son importantes y es mejor reprimirlas ¡Qué equivocados estamos! Tenemos tanto que aprender de nuestras emociones...

La regulación emocional es ejercer una influencia sobre las emociones que tenemos, sobre cuando las tenemos y sobre como las experimentamos y las expresamos, y no dejarnos secuestrar por ellas., así como la capacidad de poder cambiar nuestros estados emocionales, cuando estos son desajustados y nos paralizan.

“Nuestras emociones y sentimientos van a estar relacionados con la imagen que tenemos de nosotros mismos”

Es muy importante tener un buen conocimiento de uno mismo, hay veces que percibimos a los demás mejor que a nosotros, no nos observamos lo suficiente, es más fácil mirar y criticar al otro. La autoestima es el afecto que nos tenemos, nuestras emociones y sentimientos van a estar relacionados con la imagen que tenemos de nosotros mismos, consiste en conocerse, aceptarse y, en base a esto, intentar mejorar lo que no nos gusta. Es importante no tratar de compararse con otras personas ya que no hay dos personas iguales. A veces nos frenamos a la hora de hacer nuestros sueños realidad: los miedos, las excusas, la pasividad, el confort, la distracción, la inseguridad, la baja autoestima y la falta de decisión son en muchas ocasiones el freno a nuestro potencial.

En la comunicación con los otros adquiere gran importancia la asertividad como estilo de comportamiento social, y nuestra forma de comunicarnos va a variar dependiendo del estilo que utilicemos: agresivo, pasivo o asertivo, siendo este último el más adecuado para relacionarnos con los otros.

“Los problemas que no se afrontan y se evitan crecen y nos acaban envolviendo”

La empatía nos permite adoptar la perspectiva de otra persona, ponernos en su lugar, dándonos cuenta de lo que siente o experimentando sus emociones. La empatía promueve acciones de ayuda, inhibe la conducta agresiva, fomenta la cooperación con otros y mejora las actitudes hacia grupos estigmatizados. También es muy importante la resolución de problemas, continuamente en la vida estamos resolviendo y, dependiendo de cómo lo hagamos, nos será todo más sencillo. Los problemas que no se afrontan y se evitan crecen y nos acaban envolviendo.

Una educación emocional positiva es aquella en la que se dan valor a todas las emociones: agradables y desagradables, te pones en el lugar del otro, le escuchas y procuras entenderle, le ayudas a poner nombre a lo que siente, a buscar soluciones y a expresarse de una manera asertiva, para que mejoren su funcionamiento personal y sus relaciones. En PSI.CO.EMO apostamos por ello.

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